martes, 3 de marzo de 2009

Las vacunas y sus efectos no deseables

En el primer post de este blog ya adelanté que tenía algunas cosas que decir sobre las vacunas y su supuesta "inocuidad". Esta semana he oído una noticia que me ha recordado este tema.

Como sabéis no concemos la causa primera del SW de Javier, pero desde la primera vez que leí en un foro a alguien que preguntaba por la relación entre el West y las vacunas no he podido quitarme la idea de la cabeza.

En los foros de afectados por el tema hay muchos, pero muchos casos de padres que relacionan con mejores o peores argumentos el inicio de los espasmos con algún tipo de vacuna.

Lo cierto es que no hay nada demostrado y me extrañaría que se lanzara a la opinión pública la cuestión de si son realmente seguras la vacunas o no. A nivel general, el efecto positivo de las vacunas en la sociedad seguramente compense los efectos negativos que individualmente puedan producirse. Pero cuando te das cuenta de la gravedad de estos efectos te preguntas si realmente no merecería la pena un estudio más profundo, por ejemplo para identificar antecedentes que puedan hacer a un niño más propenso a sufrir estos efectos.

Hay un par de enlaces que he encontrado interesantes sobre este tema (en inglés)

El primero es una historia de las vacunas. Decididamente es un poco sesgada y sólo presenta hitos históricos que soportan la teoría de que las vacunas pueden ser terriblemente peligrosas, pero no deja de ser un registro de eventos reales.

El segundo enlace es una asociación americana que informa de los efectos de las vacunas. Impresiona darse cuenta de la cantidad de afectados.

No creo que vaya a prescindir de darle las vacunas a Javier, no creo que le vayan a hacer más daño, pero sí que estoy convencido de la necesidad de seguir investigando la manera de reducir al mínimo los efectos secundarios, potencialmente tan devastadores.

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