jueves, 27 de agosto de 2009

De vuelta a casa

Se acabó el "descanso" veraniego. El entrecomillado se debe a que, a diferencia del año pasado, este año Javier no se ha estado quieto ni un momento y os podéis imaginar la energía necesaria para mover 12 kilos de arriba a abajo...

Lo último que había contado por aquí eran lo bien que nos habían ido las evaluaciones de fin de curso de Javier. También comentábamos que el EEG dormido salió bastante bien.

Desde entonces ya han pasado dos meses y hay muchas cosas que contar. Empezando por lo último, Javier gatea!! Sí señor! Y se pone de pié sólo en la cuna o agarrándose a un sofá... Antes de vacaciones nos habían dicho que antes de los 18 meses seguramente podría andar, pero cuando llegamos a Punta Umbría Javier apenas se mantenía unos segundos en posición de gateo y pensábamos que así iba a estar bastante tiempo. Pero en 10 días fue poquito a poquito aguantando cada día un poco más y cuando llegamos a Granada ya llegaba a gatear 6 ó 7 pasos seguidos. Aquí os dejo un vídeo, tranquilos, que al final no me come ;-)



Además está como loco por ponerse de pie y cada vez controla un poco mejor el tema de agarrarse y mantener un poco el equilibrio. Tenéis que ver la sonrisa que se le pone en la cara cuando consigue ponerse de pie!

Y esta es la parte buena... bueno, la parte muy buena! Lo que empaña un poco estos avances es que dejan un poco en evidencia el resto de habilidades que Javier va adquiriendo, pero a un ritmo más lento. No ha habido cambios demasiado notables, aunque sí que se puede decir que tiene más interés por tocar y coger las cosas, se ríe con los juegos del cucú y en la piscina, se lleva algo menos las cosas a la boca y manipula algo más...

Pero la impresión general es que no llega a conectar todavía del todo bien. No demuestra la curiosidad de los niños, no mantienen el interés demasiado tiempo en algo, no imita a los adultos... es como sí le faltaran justo las condiciones que le pueden hacer aprender (por imitación, por curiosidad o por interés) con lo que cualquier aprendizaje le cuesta bastante. De casi todos lo niños se dice que son cómo esponjas...

Así que ha sido un verano agridulce. Dulce por todos los avances que vemos y por lo bien que lo hemos pasado en algunos momentos en su alfombra de números o en la piscina. Amargo por que hace justo un año hacíamos planes muy distintos para este verano y ver que no puede participar junto a sus primos de estos planes es bastante doloroso por momentos. Así que, aunque la tentación de pensar que en Navidad hará tal o cual, o que el año que viene en verano estará así o asá, creo que lo mejor es dejar de hacer planes y disfrutar de lo que venga.

Y la semana que viene empieza la guardería!! Creemos que le va a venir fenomenal, porque con sus primos tenía momentos muy graciosos y creo que le motivaban bastante. Ya os iré contando por aquí.

Bueno, creo que hay más cosas que contar, pero lo dejo para un post posterior (valga la redundancia). Esta vez prometo no esperar tanto!!!