viernes, 18 de junio de 2010

T.E.A.

Trastorno del el Espectro Autista.

Ya estaba tardando, pero hoy por primera vez lo ha mencionado el neuropediatra. Más que un diagnóstico es una idea, más que nada por que el TEA es una especie de gran bolsa en la que se meten un buen número de trastornos con una serie de síntomas comunes pero que incluye extremos tan distantes como el TDAH, el Asperger o el autismo profundo. En el caso de Javier los síntomas que presenta aun pueden ser considerados retraso madurativo, aunque algunos ya empiezan a despuntar, como el retraso en el lenguaje, la ausencia de juego simbólico o la dificultad para mantener el contacto visual.

El caso es que, para variar, hoy la consulta de Barbero ha sido "interesante" en el sentido de que he escuchado "interesado" al doctor. No era nada que no sospechara, al fin y al cabo los síntomas son bastante evidentes. Ha sido más bien una especie de "ventana al futuro"; pequeña y translúcida, pero que nos deja entrever algo de lo que nos espera. Ahora más que nunca tenemos que estar pendientes de Javier, de estimular su interacción y de evitar que permanezca en su mundo interior.

Va a ser complicado. Nada más salir de la consulta al llegar a casa hemos tenido que dejarlo ver la tele un rato, cantajuegos, que le deja hipnotizado, para poder atender a Ana, cambiarnos... vamos, tener un rato. En un niño normal esto es un rato de diversión para él y de deshago para ti, pero con Javier no puedes tener a pepito grillo recordándote que le va fatal, que no le estás estimulando, que no interactúa... bastante agotador.

Pero bueno, es lo que toca y tampoco me voy a quejar demasiado porque un médico me recomiende jugar con mi hijo, ¿no?

3 comentarios:

  1. Supongo que es inevitable agobiarse, dudar sobre lo bien o lo mal que se está haciendo... Pero por lo poco que he podido ver en el trabajo (estoy rotando con una psiquiatra que atiende niños, y ya hemos visto unos cuantos autistas), la estimulación precoz que se recomienda como principal tratamiento a esta edad vosotros ya lleváis tiempo haciéndola. Y lo importante es un trabajo continuado, una atención mantenida como la que vosotros prestáis a Javier: eso no cambia por un rato que lo dejéis viendo la tele. Yo creo que es muy importante que os permitáis esos respiros, porque tenéis también a Ana para atender, y por vosotros mismos, para poder mantener las fuerzas en esta carrera.
    Mucho ánimo y besos a los cuatro.

    ResponderEliminar
  2. No te agobies mucho, Javier. Se puede lo que se puede. Además, por si Barbero no te lo ha dicho -que supongo que sí-, aunque lo sabréis más que de sobra, la hermanita le viene muy bien a él. Si ahora es muy bebé, más adelante; pero yo los pondría juntos el mayor número de veces que pudiera ser. Verás cómo interactúa él con la enana. Y la niña flipará con el hermano... Tendréis unos años en que, además de hermanos, la pequeña será una "medicina" para él...

    ResponderEliminar
  3. Gracias Julio. Lo de la hermana lo tenemos claro, seguro que va a ser una buena "potenciadora" para Javier, lo que pasa es que ahora Javier está en una fase "peligrosa" para Ana, ya que le da por pellizar, arañar y morder a todo el mundo, a veces por rabia, pero a veces yo creo que es de emoción o de cariño. Así que por ahora tenemos que mantener una distancia prudencial entre los dos, aunque poco a poco va siendo más delicado con su hermana y ya le da alguna caricia...

    ResponderEliminar