jueves, 24 de marzo de 2011

Coles

Hoy hemos estado en el SPE (Servicio Pedagógico Escolar) para entregar a la asistente social los informes de Javier necesarios para que elaboren un dictamen de escolarización. "SPE", "asistente social", "dictamen de escolarización"... da gusto el vocabulario que estoy aprendiendo últimamente. De hecho esto se merecería un post aparte.

El caso es que, después de andar más perdidos que los de la serie, más o menos ya tenemos claro el proceso para que Javier vaya al colegio en septiembre. Lo que no tenemos claro es si tendremos algún poder de decisión en el colegio al que irá. Resumiendo mucho el proceso es el siguiente:

  • Los padres o la escuela infantil solicita un informe para solicitar el dictamen.
  • El SPE que toque recibe la solicitud, piden informes a los padres, ven al niño y le hacen un dictamen en el que indican los "recursos" que necesita el niño. En Valencia los recursos son cuatro: pedagogo terapéutico o PT, logopeda, fisioterapeuta y educador (éste es para ayudar al niño a comer, cambiarle, ayudarle a moverse, etc)
  • En paralelo los padres solicitan plaza en los centros que consideren
  • El informe llega a inspección y se decide el centro que tiene los recursos y que cuadra con las circunstancias familiares. (Se supone que tienen en cuenta la solicitud de centro de los padres)
  • El niño entra en el centro por resolución administrativa (después de todo, el porrón de puntos que tiene Javier por su condición no vale de mucho).
Al final, dependerá mucho de los recursos que le asignen a Javier. Lo más probable es que le asignen logopeda y PT. Nosotros estamos seguros que necesitaría un educador porque es muy complicado que llegue a comer sólo o controle esfínteres, pero hay muy, muy pocos educadores y no es probable que se lo asignen. Si al final lo hacen lo enviarán a uno de los pocos centros que lo tengan y no tendremos que pensar mucho. Si no se lo asignan, en principio cualquier colegio público los tiene. Así que ahora nos toca visitar los 3 ó 4 colegios que creemos que pueden cuadrar, hacer la lista y esperar.

Y ahora empiezas a visualizar lo que puede ser el colegio para Javier y asusta un poco. En la guardería hasta ahora estaba cuidado, protegido y controlado. El cambio debe ser brutal para cualquier niño. Para Javier no me imagino lo que será. Pero por otro lado es lo que le toca y es dónde mejor puede estar. Sólo esperamos tener suerte y tino y que al colegio al que al final vaya sea lo que él necesita.

Y cambiando de tercio un poco, hace tiempo que no pongo ninguna foto y hay algunas muy buenas. Esta del pasado carnaval me gusta especialmente:


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