jueves, 3 de mayo de 2012

4 años


Ayer Javier cumplió 4 años y tuvo su correspondientes fiestas, primero el sábado en casa y luego ayer en el colegio.

El sábado nos juntamos unos cuantos en casa; además de 8 adultos, había 5 niños pululando por la casa. Y quien dice pululando dice corriendo, comiendo gusanitos, dejando patatas a medio comer en los sofás, bebiendo la fanta que no les caía en los pantalones, cambiando de lugar cualquier cosa no fijada al suelo con tornillos y haciendo, en resumen, todo lo que los niños suelen hacer cuando los adultos no les hacen demasiado caso y sus niveles de azúcar en sangre superan con creces los límites recomendados por la OMS.

La diferencia con otros cumpleaños de Javier es que esta vez él se unió a la juerga infantil y colaboró en lo que pudo a que la casa pareciera recién arrasada por un huracán. Se unió a su manera, claro, por momentos cortos y sin alejarse demasiado de nosotros, no vaya a ser que sus padres desaparezcan como los tigres de Copperfield. Aunque tuvo sus momentos "javier-no-se-tira-del-pelo", en general se lo pasó bastante bien.

Cuando le pusimos la velas y sopló y le cantamos "cumpleaños feliz" se quedó muy expectante y sonriendo, sabiendo que iba por él. Estuvo así un momento, sonriéndonos, antes de ponerse a llorar, creo que de una mezcla de sorpresa y de que no le gusta como canta su familia.

Es el primer cumpleaños en el que es más o menos consciente de que hay una fiesta en su honor y me hizo mucha ilusión.

Ayer llevó al cole sus cajitas de chuches para los amigos y un pastel y ellos le correspondieron con una colección de dibujos/garabatos de cada niño para él. Según su profesora se lo pasó también muy bien.

Estos son pequeños pasitos de mejora en su interacción social con otros niños. Aún mantiene sus impulsos agresivos y hay que estar pendiente de él para que no haga daño a otros niños, como hace unas semanas cuando mordió a una niña que quería montarse en su caballito, pero poco a poco creo que se controla un poco mejor y empieza a buscar a su hermana o primos para jugar.

Mañana vamos a Madrid a ver a Campos. Supongo que notará una gran mejoría desde la última visita, sobre todo en el lenguaje. Ya os iré contando si tenemos alguna novedad con el tratamiento... no veo el día de que le quiten el depakine.


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